La biotecnología verde, aplicación de éxito para la industria agroalimentaria

Durante los últimos años hemos podido comprobar como la biotecnología se ha ido consolidando como una de las opciones más interesantes para todas aquellas empresas que quieren marcar la diferencia. En el caso de la Comunitat, cada vez son más las compañías que han encontrado, en las aplicaciones biotecnológicas, nuevas líneas de negocio de éxito.

Los datos respaldan esta hipótesis. De hecho, el Instituto Valenciano de Comercio Exterior anunció hace unas semanas que el sector de productos relacionados con la biotecnología se está incorporando progresivamente a la base exportadora de la Comunitat Valenciana. Los resultados hablan por si mismos. Según el IVEX, las exportaciones de estos productos alcanzaron un valor de 501 millones de euros en el periodo comprendido entre enero y julio de 2010, un incremento del 20% con respecto al mismo periodo del año anterior.

El sector agroalimentario ha sido uno de los grandes beneficiados de las aplicaciones biotecnógicas. El sector ha sabido adaptar la biotecnología a su contexto, incluso hemos podido comprobar como empieza a surgir una nueva tendencia, la biotecnología verde, un conjunto de herramientas tecnológicas que utilizan organismos vegetales, microorganismos y otros sistemas biológicos para la producción o mejoramiento de vegetales para el consumo humano o animal, el desarrollo de nuevos materiales y la obtención de bioenergía.

Ya son muchas las empresas valencianas que han apostado por esta nueva forma “verde” de hacer innovación consiguiendo resultados de éxito.

La práctica de la biotecnología verde está permitiendo, entre otras cosas, reducir los costes en pesticidas, minimizar los tiempos y costes de las mejoras genética, incluso obtener fuentes energéticas utilizando residuos agrícolas.

Los emprendedores del sector agroaliementario que trabajan bajo está tendencia están consiguiendo mayor innovación tecnológica para el sector, y en consecuencia un aumento de valor para empresas, clientes, y producto.

Afortunadamente las empresas agroalimentarias de la Comunitat han sabido encontrar los actores clave de éxito al incorporar la biotecnología. Han creado estrategias y han establecido un objetivo global desde el comienzo, desarrollando así un plan claro y sólido. Además han podido y pueden contar con entidades como AINIA que están ayudado a muchas compañías a estrechar relaciones con instituciones públicas para optimizar el desarrollo de un nicho de mercado novedoso e implementar los proyectos.

A esto hay que sumar que las compañías que trabajan bajo aplicaciones biotecnológicas cuentan con un marco incomparable de ayudas y subvenciones en materia de I+D. De hecho, actualmente todas estas empresas pueden acceder al Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico del IMPIVA, un programa en el que se subvenciona hasta el 60% de los costes elegibles de sus proyectos innovadores.

Sin duda, la biotecnología se está consolidando y las empresas del sector agroalimentario se están dando cuenta de su potencial. Los datos del IVEX no hacen sino evidenciar el crecimiento exponencial que observaremos en los futuros informes que se publiquen.

Tenemos el talento, las herramientas y el apoyo para lograr superarnos y marcar la diferencia dentro y fuera de nuestras fronteras, y el sector agroaliementario, bajo la biotecnología verde, se perfila como uno de los actores que más darán que hablar.

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